por Emilia Macchi
Publicado por la Editorial Ocholibros, este libro es producto de una investigación hecha sobre la Lira Popular chilena. Así se le llamaba a estos pliegos de poesía que empapelaron las ciudades durante el siglo xix y parte del xx. Transportables, baratos y rápidos de leer, estos pliegues se convirtieron en la "literatura al paso" o "literatura exprés" para miles de chilenos que todavía no eran enteramente alfabetos, que no tenían plata para comprar grandes novelas empastadas ni tiempo para dedicarle largas jornadas a la lectura.
Estos papelitos, que se doblaban hasta alcanzar el tamaño de una boleta - o bien de un celular, lo que tampoco parece una coincidencia - , fueron los responsables de motivar la lectura en las clases populares, no solo en Chile, si no en todo Latinoamérica.
La diseñadora y autora del libro va contando el contexto histórico: casi todas las liras se vinculaban a algún tema contingente: un robo, un accidente, o cualquier otra copucha urbana. Mientras tanto, la élite chilena leía textos largos que traía de Europa, y no valoraban este tipo de expresión escrita, hasta que algunos de estos poetas populares se convirtieron en verdaderos best-sellers y terminaron siendo suplementos de importantes diarios. La autogestión había triunfado.
De manera amable y cautivadora, Malacchini comienza a mostrar ejemplos de las Liras y menciona la importancia de lo visual: los estampados o dibujos rápidos eran infaltables en estos pliegos para llamar la atención de los transeúntes. Luego, continúa con una apreciación más técnica sobre el diseño de éstos. A pesar de su simpleza, las liras contaban con una estudiada distribución del espacio, los márgenes, los titulares y el texto.
La lectura es muy agradable y muy recomendada para comunicadores, diseñadores o incluso para los fanáticos de la historia y la literatura. Logra situarnos en un Chile antiguo donde la población campesina llegaba a la ciudad, maravillados con la imprenta y otras tecnologías que llegaron de forma abrumadora. En el libro también se puede apreciar cómo durante esos días también se discutía el feminismo, la desigualdad de clases, e incluso la misma constitución.
Por último, es bonito ver de qué manera esta "literatura exprés" se ha traducido hoy a las redes sociales, a los tuits cortos, ingeniosos y eventualmente virales. Al final del día, no somos tan distintos a lo que solíamos ser.