Animal Muerto
Animal Muerto
Sebastian Gomez
El poeta que ha escrito Animal muerto rastrea y escucha sus propios sueños y los de todos, como anuncia el epigrafe de Dylan Thomas que abre el libro. Ese impulso esta en marcha y el autor arroja las escenas sobre el paisaje como quien al mismo tiempo reconstruye el pasado, la memoria, la imaginacion y el futuro. La investigacion innata de la percepcion y el hallazgo tienen lugar aqui con un trabajo preciso, centrifugo y natural. Escribir tambien es soñar, solo de esta manera se puede abroncar y asumir la realidad en todos sus sentidos. Aqui, en las entrañas activas de este Animal muerto, se pone en juego un duelo onirico, tiene lugar el encuentro entre la desazon y la lucidez. Un juego que resulta nada siniestro puesto que se vuelca sobre unos poemas que reclaman una radical exigencia a sus lectores, la mutua e hiperactiva puesta en escena de la interpretacion, del asombro, del deseo, del extrañamiento y de la rabia compartidas. Este animal se debe y se entrega, furioso y lucido, a la constante y combativa inminencia de estos tiempos. Bruno Montane Krebs