Borges Sus Dias Y Su Tiempo Conversacion
Borges Sus Dias Y Su Tiempo Conversacion
MariA Esther Vazquez
El reportaje es uno de los generos mas reprochables y populares de que adolecen nuestras letras. Finge ser una conversacion, pero se identifica peligrosamente con el interrogatorio fiscal, con el catecismo y con los examenes de ciertos profesores inhabiles que, en vez de dejar hablar al alumno, lo interrumpen descortesmente con nimiedades bibliograficas y exigencias de fechas.
La rutina de preguntas y respuestas obliga a su victima a simular que es Heine o Wilde o Bernard Shaw, empresa que suele acometer con escasa fortuna. El interrogador descarga preguntas que sugieren y casi imponen respuestas determinadas. Le duele, ademas, ser el que interroga y no el que dictamina e intercala sus propias aversiones y preferencias generalmente superfluas.
Muy otra cosa es, lo confiamos, este libro cuya materia es un dialogo comodo entre dos amigos que, desde una fecha ya algo remota, se conocen y se quieren. Un dialogo, creo, no tiene obligacion alguna de ser un modo verbal de la esgrima, juego de asombros, de tintas y de vanidades; es la investigacion conjunta de un hecho o la recuperacion de compartidas memorias y no importa saber si las palabras salen de un rostro o de otro. Su elaboracion ha sido un placer para mi —un placer y no pocas veces una sorpresa—, porque no sabemos todo lo que sabemos o todas las opiniones que profesamos. Espero que el lector comparta esa tranquila felicidad de asentir y de disentir, que ha poblado tantas mañanas.