Estampida
Estampida
Bernardita Bravo Pelizzola
Se respira una atmosfera anomala en estos nueve cuentos. No sabria decir si es un rasgo onirico, o un realismo que se desborda y deviene otra cosa, pero origina un cosquilleo en algun punto del sistema nervioso. Si, es una especie de estampida, pero de sentidos; surgen personajes como bestias, al limite, desesperados en el intento de encontrarse a si mismos. En ese movimiento de seres crispados, llama la atencion una figura que adquiere un cariz insolito en la narrativa chilena: la madre manumisa. La madre de Estampida no es esa mujer que soporta la cadena de su maternidad, aquella que esta siempre-a-disposicion, sino una madre que se escapa, ya sea en sus pensamientos o a lo largo de una carretera. En varios de estos cuentos vemos madres profugas y emancipadas, dispuestas a no ser otra cosa que mujeres libres. Son cuentos potentes, geniales, que algo inauguran, aunque no sepamos todavia que.