Kentukis
Kentukis
Samanta Schweblin
Casi siempre comienza en los hogares. Ya se registran miles de casos en Vancouver, Hong Kong, Tel Aviv, Barcelona, Oaxaca... y se esta propagando rapidamente a todos los rincones del mundo. No son mascotas, ni fantasmas, ni robots. Son ciudadanos reales, y el problema -se dice en las noticias y se comparte en las redes- es que una persona que vive en Berlin no deberia poder pasearse libremente por el living ... Ver mas Ocultar Casi siempre comienza en los hogares. Ya se registran miles de casos en Vancouver, Hong Kong, Tel Aviv, Barcelona, Oaxaca... y se esta propagando rapidamente a todos los rincones del mundo. No son mascotas, ni fantasmas, ni robots. Son ciudadanos reales, y el problema -se dice en las noticias y se comparte en las redes- es que una persona que vive en Berlin no deberia poder pasearse libremente por el living de alguien que vive en Sidney, ni una persona que vive en Sidney; ni alguien que vive en Bangkok, desayunar junto a tus hijos en tu departamento de Buenos Aires. En especial cuando esas personas que dejamos entrar a casa son completamente anonimas. Los personajes de esta novela encarnan el costado mas real -y a la vez imprevisible- de la compleja relacion que tenemos con la tecnologia, renovando la nocion del vouyerismo y exponiendo al lector a los limites del prejuicio, el cuidado de los otros, la intimidad, el deseo y las buenas intenciones. Kentukis es una novela deslumbrante que potencia su sentido mucho mas alla de la atraccion que genera desde sus paginas. Una idea insolita y oscura, tan sensata en sus reflejos que, una vez que se entra en ella, ya no se puede salir. Casi siempre comienza en los hogares. Ya se registran miles de casos en Vancouver, Hong Kong, Tel Aviv, Barcelona, Oaxaca... y se esta propagando rapidamente a todos los rincones del mundo. No son mascotas, ni fantasmas, ni robots. Son ciudadanos reales, y el problema -se dice en las noticias y se comparte en las redes- es que una persona que vive en Berlin no deberia poder pasearse libremente por el living de alguien que vive en Sidney, ni una persona que vive en Sidney; ni alguien que vive en Bangkok, desayunar junto a tus hijos en tu departamento de Buenos Aires. En especial cuando esas personas que dejamos entrar a casa son completamente anonimas. Los personajes de esta novela encarnan el costado mas real -y a la vez imprevisible- de la compleja relacion que tenemos con la tecnologia, renovando la nocion del vouyerismo y exponiendo al lector a los limites del prejuicio, el cuidado de los otros, la intimidad, el deseo y las buenas intenciones. Kentukis es una novela deslumbrante que potencia su sentido mucho mas alla de la atraccion que genera desde sus paginas. Una idea insolita y oscura, tan sensata en sus reflejos que, una vez que se entra en ella, ya no se puede salir.