La Verdad Sublime
La Verdad Sublime
Philippe Lacoue
Hacia el final del cuarto acapite de La verdad sublime puede leerse: «lo sublime no [se refiere] a la presentacion del hecho que hay lo impresentable, no postula ninguna presentacion negativa, sino simplemente la presentacion del hecho que hay presentacion». No seria exagerado decir que en este desplazamiento se concentra la tesis que recorre el texto de Philippe Lacoue-Labarthe. En efecto, eso que Lacoue-Labarthe sugiere que lo sublime no es («presentacion negativa», «presentacion de lo impresentable») atañe a un vasto repertorio de formulaciones que habrian hecho de la paradoja, del oximoron o del hiperbaton, la modalidad propia para reproducir la inquietud a que habria dado lugar la experiencia de lo «sublime». Se trata, en lo fundamental, de un repertorio que habria alcanzado su maxima expresion con Kant “a el pertenece, en efecto, la expresion Negative Darstellung (presentacion negativa), en el contexto de la Critica de la facultad de juzgar“, y que habria encontrado en el parafraseo de Jean-Frani§ois Lyotard, probablemente, una de sus variaciones mas efiaces. Y esta es, pues, la densa interpretacion que el busca discutir (o deconstruir) en el presente texto de Lacoue-Labarthe. No se trata, entonces, de lo impresentable, sino “acaso, por el contrario“ de la presentacion. O mas precisamente: del hecho “misterioso pero irrefutable“ de que hay presentacion. Y como no deja de observarlo Lacoue-Labarthe, este desplazamiento «cambia todo».