Para el buen vivir
Para el buen vivir
Luis Eduardo Thayer
Es nítido que, a medida que el neoliberalismo se fue imponiendo, el poder económico, junto con manipular y aprovechar el avance tecnológico, fue sometiendo el accionar del poder político a sus intereses y reduciendo la organización de la sociedad a su concepción de la economía. Esta revolución, en los hechos, ha distorsionado el concepto del poder de una manera tal que ha consolidado gravísimos efectos sociales evidenciados en abusos, sufrimientos y atropello a la dignidad de las personas. Tal distorsión implica aceptar que la autoridad política que corresponde al Estado ha sido sometida a un poder fáctico que, en definitiva, es lo que es el poder económico. Así, se afecta a la democracia, porque la elección del poder político cada día se aprecia como un acto más bien formal, ya que el Gobierno, el Parlamento y la Justicia, aunque algunos personeros intenten resistirse, terminan siendo influidos y hasta subordinados a los dictados de los grupos que poseen el poderío económico".