Silencio que nos habita. El
Silencio que nos habita. El
VV. AA.
Este libro reúne una serie de artículos de Pilar Soza —algunos escritos en solitario y otros en colaboración—, junto a un grupo de textos elaborados por quienes se vincularon a ella, en diversos momentos de su prolífica trayectoria de psicoanalista comprometida con los desafíos que plantea a la práctica clínica un tiempo histórico de violencias sistémicas. Así, esta obra fue posible gracias a un esfuerzo colectivo, en particular, el de aquellas que, junto a Pilar Soza, se nombraron como las Mujeres del Silencio: Magdalena Correa Bofill, Claudia Curimil Hernández, Evelyn Ortega Salazar y Romina Petersen Zañartu, compiladoras y editoras de este libro.
En el prólogo de la obra, la psicoanalista Rosa Jaitín describe el tema que lo recorre: “el funcionamiento perverso de un sistema social que opera a través de la desmentida y toma forma en la figura descalificadora de la ‘inhabilidad parental’. La brutal separación de los hijos y las hijas que son arrebatadas en ‘hogares de protección’, y que forman parte de una violencia genocidaria que fractura la identidad del sujeto”. Ante esta realidad —agrega— “las autoras van mostrando cómo inventar posibles dispositivos de escucha del dolor, para retejer hilos del diálogo, darle volumen a la función de sostén del lenguaje, ir atajando la caída de las subjetividades, ralentizando la deshumanización, haciendo hablar donde lo humano resiste. Es el énfasis de una terapéutica enraizada en la palabra”.
En la introducción, las autoras y compiladoras ponen de relieve una de las claves de este texto: el carácter de una violencia “densa temporal y espacialmente”. Una violencia que “no se inaugura con lo que alcanzan a ver nuestros ojos, trae consigo el peso histórico de su silencio y es insuficiente leerla desde el obsecuente punitivismo de estos tiempos. Es de labor clínica hacer que hable para poder escucharla, y en eso es vital sintonizarse con su silencio, la violencia es efecto de lo no dicho, por tanto, la escucha posibilita hacer otra cosa con eso desconocido que intenta decirse y no decirse en cada acto violento”.