Trinaje
Trinaje
Carmen MartiN
Lo primero que veo o leo en Trinaje, es esa idea que me ha dado vueltas siempre: el que el trinar de los pajaros es un gemido de dolor de la naturaleza: que el trino del pajaro al amanecer es una suerte de queja del dia, una forma de vagido o salmo de (in)felicidad, o de la naturaleza en tanto madre y en tanto hija: o sea el trino, como el canto del ave, es un discurso dolorido: preparto, y mas, un eco del silencio que tuvo que hacerse palabra. Trinar no es un despertar feliz, sino un desgarron del cuerpo que escucha “con dolor“ ese locus donde se estuvo sin dolor, antes, pero tambien sin sentido, sin discurso: advenir al sentido, al discurso, a la palabra, es Trinaje: comprender que cada pajaro que trina es un recuerdo del paraiso perdido, de la niña que siente el recuerdo de una naturaleza herida, porque ella nacio herida por ser niña, mujer, bruja, hembra, madre, nodriza, en toda la condicion desmedrada de su genero y su particular historia y sus remembranzas -Thomas Harris